viernes, 27 de noviembre de 2009

Operación cardiológica II

Después de las pruebas específicas, los médicos han comprobado que existe líquido en el cerebro, lo que hace que la cabeza del pequeño Patrick se encuentre deformada en su parte superior.

Un número indeterminado de tubos conectan su cuerpecito con una suerte de máquinas.
El último diagnóstico indica que es probable que una vez retiren la asistencia mecánica, el cerebro del niño, o una parte, no sea capaz de realizar sus funciones...

La madre, una mujer llena de coraje con una sonrisa blanca que contrasta con su piel oscura y brillante, me cuenta que en su país no le habían detectado el problema del cerebro. Los últimos resultados son de todo menos esperanzadores, sin embargo ella mantiene su fe con una entereza encomiable.

Espero que el ángel de la guarda proporcione a Patrick los sueños más hermosos y mantenga el dolor alejado de su cuerpo.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Operación cardiológica

Han traído hace dos días al pequeño de dos años y medio (no desvelaré su nombre, de momento) a operar de una afección de corazón en el hospital Gregorio Marañón.
Viene de un lugar en Kenia, un lugar donde los medios no son suficientes para recuperar la salud de este pequeño que pesa tan sólo 9 kilogramos.

Ingresó con fiebre alta. El médico ha diagnosticado sangre en el pulmón y se encuentra entubado en la UCI. La operación cardiológica no es posible ahora. Lo importante es recuperarle.

Es Domingo, 15 de noviembre. La esperanza se mantiene. Su madre y la misionera que se ha desvelado por traerle a operar a Madrid, le acompañan. Después de conseguir el dinero para el traslado y las interminables discusiones con las autoridades, han podido ver cumplido su objetivo: operarle con los medios y la experiencia necesaria.
Ahora queda su sueño de verle sano y feliz pero una nueva barrera se interpone entre la vida y la enfermedad de este niño.
La misionera y su madre, ambas, viven apegadas a su fé y dispuestas a seguir luchando. Están seguras de que el chiquitín está en manos de Dios.

Hoy tan sólo podemos pedir tu oración por él.
Gracias.