viernes, 10 de julio de 2009

Yahiza te necesita

Hace unas semanas solicitamos donantes de sangre del tipo O positivo/negativo para Yahiza, una niña que sufre una enfermedad en la médula.

Me consta que muchos sois los que habéis colaborado con vuestra donación. Muchas gracias en nombre de la niña y de su familia.

Informaros de que tenemos buenas noticias. De momento parece que Yaiza ha tenido una pequeña mejoría y se espera que los médicos confirmen si la médula esta empezando a responder. Parece que la recuperación va bien y de ser así, no harían falta más donantes, lo que sería una gran alegría para todos.

Confiemos en que Yaiza se recupere totalmente y disfrute de la vida como se merece.

Muchas gracias por tu ayuda.
Su futuro en tus manos.

Su futuro...

Mi bienvenida a este lugar en el que todos colaboramos en hacer la vida más justa para todos.

Considero que en ocasiones hay que ser un activista social. Es una forma de vida apasionante, casi una vocación. Y un instrumento para llegar al corazón de los demás.

No soy un filósofo, ni soy un creador de ideas. No soy un docente, tampoco un investigador. Pero sí un poco filósofo, sí difundo ideas, también investigo algo, incluso puedo “enseñar”. Soy como un propagandista de unas ideas y de un estilo de vida.

Para vivir de esta manera, no es necesaria una formación determinada. Puede ser cualquier profesional con intereses sociales, buenas relaciones personales, algo de ojo y perspectiva de futuro. Y con amigos que te ayuden, todavía mejor!

Tengo una particular sensibilidad frente las ideas que circulan en la sociedad, los movimientos de opinión, la fuerza de los mensajes, el impacto de los poderes en las conciencias,… Creo que deben difundirse determinadas ideas, conceptos o realidades, que pueden alcanzar a las personas e incidir a través de ellas en la misma sociedad y, así, transformar, un poquito, el mundo. Además, procuro que mi sello tenga mis valores sinceros y firmes.

Trabajo sólo o en grupo. Si trabajo sólo, actúo como un francotirador (sin matar a nadie) Por mi cuenta y riesgo, intento impulsar iniciativas muy concretas a partir de mis propios medios y recursos. En ocasiones trabajo colaborando con determinadas entidades de distinta índole intentando ser fermento evangélico entre extraños o indiferentes.

En la contienda social cada uno tiene que ocupar un puesto, en el frente o en la retaguardia. Alguien tiene que llevar municiones, ropa y alimentos al frente.
Pero como no es bueno que el hombre esté solo, procuro trabajar en grupo. Cuento con un entorno humano que me apoya, orienta y sostiene mis valores.

Me considero autodidacta, con capacidad para el diálogo y relacionarme, un cierto conocimiento de los recursos culturales públicos y privados locales; y procuro conseguir, aunque dificilmente, disponibilidad de tiempo (el desarrollo de muchas gestiones requieren, ante todo, paciencia y tiempo) Aunque siempre he pensado que con voluntad, una clara perspectiva a largo plazo con ideas y una visión de la vida sólida, todo es posible.

Llevo años en esto. Al principio carecía de los contactos, habilidades y recursos imprescindibles para la acción social. Pero todo viene rodado si se trabaja con respeto al otro, paciencia, perspectiva de futuro, ganas de aprender.

Por instinto, permanezco siempre informado “al loro” de lo que pasa alrdedor, pendiente de entidades o actividades.
Para facilitar el encuentro personal busco el corazón del hombre en cada situación. Nada de falsos debates que no interesan a casi nadie. Se han abierto muchas puertas, otras nunca pudieron ser franqueadas pero siempre, intentarlo.

Pido ayuda para hacer la experiencia de ser misionero del amor, allí donde la providencia me haya puesto, procurando sea con humildad y valentía, sirviendo al prójimo sin segundas intenciones, y sacando de la oración la fuerza para vivir una caridad alegre y activa.

Creo firmemente en neutralidad, la discreción, el tacto, la ausencia de contradicciones, y la transparencia. Todo ello evita entrar en rencillas y resquemores ajenos. Pero fundamentalmente doy gracias a Dios por mis convicciones, que no nacen del propio esfuerzo o del propio proyecto; y que con celo misionero y por mero agradecimiento, intento transmitir a través de esas propuestas y acciones sociales.

Confieso que mi tentación es siempre el individualismo: querer gestionar personalmente todos los recursos en juego, poner el color y toque propios. Una tentación que a menudo me cuesta evitar pero que con ayuda de los que me rodean llego a superar.

Me gusta cultivar los contactos personales. Tanto en ámbitos privados, como públicos. Y no siempre con los “peces gordos”. Un modesto oficinista puede abrir más puertas que toda una colección de “altos cargos”.
No se puede desdeñar a nadie. Son necesarios impulsores, voluntarios, asociados... pero también las colaboraciones esporádicas pueden ser preciosas aunque vayan generalmente por libre.

El caso es que habrás llegado aquí por alguna razón y por ello, simplemente por llegar, te saludo agradecido y te doy mi bienvenida.
Confío contar contigo en las próximas andaduras en las que comprobarás que tu ayuda es significativa para otros y demostrarte así que tienes una parte de "su futuro en tus manos".